La alimentación rica en hortalizas, frutas, legumbres y cereales integrales se ha demostrado como la más eficaz para retardar los procesos del envejecimiento, como prueban las investigaciones realizadas sobre la comunidad adventista de Loma Linda en California, esencialmente vegetariana por motivos religiosos y que acoge el mayor número de centenarios de Estados Unidos.
- Consumir un mínimo de dos frutas y tres hortalizas frescas al día, más algunas verduras cocidas. Estos vegetales aportan fitoquímicos que estimulan el funcionamiento del sistema inmunitario. Son especialmente recomendables las coles por sus compuestos azufrados y los vegetales rojos, púrpura y verdes, porque sus antocianinas y carotenoides protegen los tejidos contra el efecto degenerador de los radicales libres. Previenen enfermedades del hígado, el melanoma, la diabetes y las dolencias neurológicas, entre otras.
- Tomar un puñado de frutos secos cinco días a la semana disminuye el riesgo de sufrir trastornos cardiacos.
- Evitar la carne o tomarla en raciones pequeñas previene el cáncer de colon.
- Preparar cenas ligeras y comerlas temprano. Esto ayuda a controlar el peso cuando es necesario.
- Consumir legumbres tres veces a la semana por lo menos, ya que protege de las alteraciones cardiovasculares.
- Las mujeres que toman tomates tres o cuatro veces a la semana sufren menos cáncer de ovario, y los hombres, de próstata.
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